Ensenada, B.C – El teniente coronel David «N» enfrenta un proceso legal por homicidio doloso relacionado con la trágica muerte de siete militares arrastrados por el oleaje en las costas de Ensenada.
La audiencia, que se prolongó por más de ocho horas el pasado fin de semana en los juzgados federales del puerto, fue escenario de las acusaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) contra el oficial a cargo del adiestramiento de los reclutas, imputándole responsabilidad en cinco de las siete muertes ocurridas el 20 de febrero.
El incidente, registrado en Playa Corona, desató cinco denuncias por parte de los familiares de las víctimas, generando una profunda conmoción y tensión entre las autoridades federales mientras los cuerpos de los fallecidos eran recuperados durante la semana posterior al suceso.
Durante la audiencia, más de quince testimonios fueron presentados ante el juez del Centro de Justicia Penal Federal del Poder Judicial de la Federación, detallando cómo los jóvenes soldados fueron arrastrados por la corriente, con once desaparecidos de la vista hasta que cuatro fueron rescatados por la Secretaría de Marina (Semar). Los sobrevivientes relataron haber estado más de una hora a la deriva.
Los cuerpos de los demás soldados, identificados como Carlos Omar Frías Lanfard, Arturo Esteban Sarmiento Gaxiola, Brando Francisco Gastélum Ayala, Luis Manuel Vilchis Días, Fernando Isaías Pérez López, Óscar Abraham Sánchez Reyna y Michael Arellano Wilkinson, fueron encontrados en días posteriores.
El teniente David «N» David ‘N’ fue remitido a prisión preventiva sin derecho a fianza, mientras enfrenta el proceso judicial por los lamentables sucesos de ordenar a los reclutas ingresar al mar como parte de un supuesto entrenamiento del Curso de Adiestramiento de Combate Individual Regional (CACIR) en El Cuartel Militar “El Ciprés”, en Ensenada.
Sin embargo, no se había considerado las condiciones climatológicas adversas, pese a las advertencias de la Capitanía de Puerto sobre el peligroso oleaje, con olas de hasta 5 metros de altura.
Familias exigen justicia
Según la FGR, durante la audiencia se presentaron pruebas que sugieren que desde su ingreso al CACIR, el teniente David «N» habría establecido el ingreso al mar como una «costumbre» entre los estudiantes, tratándolo como una «novatada». Testimonios de exintegrantes del curso describieron al oficial como impulsivo y violento, llegando al extremo de amarrar a los reclutas de pies y manos para sumergirlos en la piscina del lugar.
Los familiares de los militares fallecidos asistieron a la audiencia para clamar por justicia, argumentando que sus hijos buscaban simplemente una vida mejor y que merecían respuestas por parte de las autoridades competentes.